Comediantes, Javier Jiménez
“Payaso se nace, no se hace por mucho que se aprenda. Eso si, si se nace y te formas como lo hizo Javier”…
Hasta una determinada fecha Javier era “un chico normal”… entendiendo lo de normal, que no había descubierto aún lo que quería ser; Payaso.
La chispa le salta con la que era su pareja, allá por el año 2000, cuando decide jugar “con sus cosas” al conocer a Millán Gómez y este lo contrató en su compañía.
Payaso se nace, no se hace por mucho que se aprenda. Eso si, si se nace, y te formas como lo hizo Javier nada más tener claro, que ese gusanillo que descubrió iba a ser su dedicación y trabajo en la vida. Seguro que el acierto está asegurado.
Formó parte de la primera promoción de la EMCA de Alcorcón –Escuela de Circo de Alcorcón-. Asistía a todos los cursos a los que tenía acceso, así durante dos años, y como si de un “torero de los de antes”, de los que saltaban al ruedo… según sus palabras “ser polizón en las clases teóricas y practicas en CARAMPA”-Escuela de Circo de Madrid-.
Podemos verlo actuar en diferentes lugares, teatros, carpas, gimnasios, espacios alternativos… se considera un artista callejero de los de toda la vida. Actuando en la calle, es dónde lo vi por primera vez.
De aspecto serio al natural, se transforma del 0 al 100 en el momento que se mete en cualquiera de sus personajes. En este caso el de Txikolini, un payaso que huye de los estereotipos del payaso listo, payaso tonto y que adquiere una personalidad propia.
Esquemas de Iluminación
Para el retrato al natural, el esquema utilizado es de tres luces. Como luz principal, un octo de 120 cm y 1200w -a las 4-, como luz de fondo un flash de 1000w con reflector de 15, y luz secundaria 3/4 trasera -a las 11- con relación de contraste 3:1
El esquema dentro de un registro. Me planteé el uso del beauty disck como única fuente principal, frontal y elevada con una luz de contra con un snoot.
A medida que se iban sucediendo las diferentes gesticulaciones de Javier, y observábamos las distintas series, me iba dando cuenta que lo que quería era un gesto donde la mirada del payaso fuera más protagonista que la misma gesticulación aún contando con ella.
Fue cuestión de elevar un poco más el beauty y aproximarlo al rostro. Con esta modificación conseguía concentrar la mayor cantidad de la luz en la mirada y una caída de intensidad alrededor de la cara-es la característica de un beauty-.
Mi posicionamiento, por encima de la mirada. De esta manera consigo cierta distorsión en la forma de la cara alargándola de paso… no deja de tener un cierto paralelismo con la transformación del personaje.