Shooting Anabel, Whoman´s Shadow
En un shooting, cuando “el trabajo de campo” está hecho es normal el fotografiar a la modelo con variaciones en la pose, variaciones con brazos y manos, variaciones de mirada, variaciones de encuadre, etc. De esta manera, establezco comparaciones entre varias capturas y así poder elegir la que más me interesa.
En este caso la variación más evidente, que no la única. Es la variación en el encuadre y, por ende, hemos de decidir que formato es el más conveniente utilizar.
A la hora del encuadre horizontal lo natural es hacerlo a un objeto o persona en horizontal y encuadrar vertical lo natural es hacerlo a un objeto o persona en vertical.
Si analizamos la posición de la modelo, claramente es un triángulo casi isósceles, su naturaleza es vertical; por lo tanto se circunscribirá en un formato vertical, pero… ¿y si nos interesase en formato horizontal?.
Ya he comentado alguna vez que las reglas están también para romperlas si con ello dotamos a la composición de un cierto sentido.
Veamos; el triángulo implícito que forma la modelo, de base menos estable que si fuera un triángulo equilátero; para transmitir serenidad y estabilidad, necesita de la composición horizontal para llegar a esa percepción.
Por el contrario, si lo que pretendemos es salir del espacio de confort de lo estable; el cambio a formato vertical seria lo adecuado donde lo ascensional, la sensación de firmeza y fuerza, es el formato que debiéramos elegir.
Entonces ¿Qué formato deberíamos elegir?. Antes de elegir un determinado tipo de encuadre, se hace necesario estudiar la escena. Si prevalece la altura ante la anchura quizás sea mejor optar por el formato vertical o viceversa. Pero sobre todo, debemos discernir en el mensaje que queremos transmitir y en relación optar por uno u otro.
Otra cuestión son otros elementos incluidos como en este caso son las líneas implícitas de la mirada que deben reforzar la sensación que queramos transmitir.