Poetas con Luz AmbienteLuis Romero de Ávila

Poetas con Luz Ambiente, Luis Romero de Ávila

Es poema es el instante, ese minuto alado que llega con un ramo de eternidades, de rimas que han buscado la palabra para llegar sin más al corazón y dejar en él un remanso de belleza.

Mi relación con Luís viene ya de un tiempo, bastante más anterior que el inicio de Poetas con Luz Ambiente. Luís y yo coincidimos en otra labor creativa como es la fotografía y queriendo ir aún más lejos, si es poeta y buen fotógrafo, no es menos como buena persona.
No puedo evitar en esta ocasión establecer relación en su quehacer poético y fotográfico. En el transcurso de la conversación establecía el paralelismo -para que lo entendiera mejor- entre capturar una escena fotográfica y una poesía. “Cualquiera puede hacer una fotografía y escribir una poesía. Dominando la técnica fotográfica y la técnica con la que cuadras una poesía con la métrica, obtienes una fotografía y una poesía que seguramente puede llegar hasta ser correcta. La cuestión que entre una fotografía y UNA FOTOGRAFÍA, así como, una poesía y UNA POESÍA existe un elemento que las hace diferentes de extremo a extremo entre unas y otras, no es otro que EL SENTIMIENTO.
Para Luís el sentimiento, es la herramienta del poeta, es el artífice que modela la suma de palabras que conforman una poesía, son las manos del alfarero que modela el barro y es la luz del fotógrafo que diferencia un retrato de otro.
Luís en el recuerdo de la niñez, “ya juntaba palabras” en el colegio. Se define como un poeta clásico y como tal, recurro a una luz clásica de ventana en un lugar cualquiera, dónde toma sus apuntes en el momento que se le aparecen las musas.

Luis Romero de Ávila

Luis Romero de Ávila

El verso se hace luz sobre la eternidad de nuestro mundo, y vuela alrededor de cada sentimiento, se hace palabra, en ocasiones rima para guardar la canción de los sueños, después regresa en libertad para posar sus dedos en el poema de la vida.
Todos los versos del mundo se comunican entre ellos, se hacen misericordia en el espacio de hombres y mujeres, para volver de nuevo a edificar el abrazo inmenso de la paz, que tanto necesitamos para llegar más lejos.
Es poema es el instante, ese minuto alado que llega con un ramo de eternidades, de rimas que han buscado la palabra para llegar sin más al corazón y dejar en él un remanso de belleza.
Allí quiero quedarme, envuelto en la armonía de una décima que llega y me seduce, o el soneto que busco entre catorce amaneceres para dejar un trozo de mi vida en cada verso.
Yo seguiré por este camino, necesito el espacio inmenso de un folio en blanco, para ordenar con palabras el paso del amor hacia la paz.

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