Poetas con Luz AmbienteJuan José Guardia Polaino

Poetas con Luz Ambiente, Juan José Guardia Polaino

“Lo que nos complace en esta vida son tan solo utopías. Busco el edén que nos han prometido… y por supuesto, no está aquí en la tierra. Tal vez sea la poesía, la cápsula que nos transporta a ese espacio que es quimera o es cielo…”

La cita para la sesión la decidimos por teléfono y en estos casos, bajo diferentes propuestas surgió la del “Café Local”. Un espacio del que soy conocedor y me encanta; cuando tengo ocasión y paso por Valdepeñas me gusta ir a tomar un café o lo que la hora mande.

¿Después de quedar en un café como es “el Café Local” de Valdepeñas, ¿quién se resiste a no hacer unas fotos a Juan José en un espacio como este? Un espacio que nació como “El Casino Liberal” en 1914 y se ha mantenido en el tiempo dedicado a diferentes actividades, hasta que en 1993 se destina al actual “Café Local” y la actual gerencia renueva en 2015.

El ambiente es ideal para hablar y fotografiar al poeta acompañado de un café. Mientras hablábamos, se me venían a la cabeza imágenes de “La Colmena” de Cela y que tan bien llevó al cine Mario Camus. Allí en el café, cuando venía de un exterior de una mañana muy fría y muy luminosa, con las consabidas características de esa luz y esa temperatura; era el lugar perfecto para desarrollar el shooting de la sesión. Tenía luz para modelar como quisiera… que quería luz de ventana a izquierdas, pues a una mesa, que quería a derechas, pues cambiar posición; hasta que al final vi la maravilla de contraluz que me permitía hacer una descripción del poeta, del espacio y de la luz.

Juan José Guardia Polaino ©Pepe Galanes

Juan José Guardia Polaino

POÉTICA

Vivo bajo el signo del dolor y la poesía. En mis versos surge la luz del fuego. Cada poema es una hoguera, una señal que se afana en pedir socorro. Mi soledad creadora es vigía que transita las tristes azoteas, los alféizares desde donde se ven las obscenidades del mundo. Me preocupa la resaca de esta geografía y su vaivén herido de historia, una historia arrasada por los gritos del ser humano.

Lo que nos complace en esta vida son tan solo utopías. Busco el edén que nos han prometido… y por supuesto, no está aquí en la tierra. Tal vez sea la poesía, la cápsula que nos transporta a ese espacio que es quimera o es cielo…

No puedo exiliarme de este desierto en el que ahora habito. Es entonces que convengo el momento propicio para escribir y poner en vuelo aquello que se gesta y nace en el más íntimo rincón de mi memoria. Palabras, versos que siempre han de estar traspasadas por una realidad dolorosa, tal la vida es.

He de confesaros que me interesan más las personas que aguantan parapetadas ante las tapias de la vida y militando junto a las palabras, que los oropeles y el fasto que los necios imponen. Así, este ser humano y poeta que os habla, y que ha cursado multitud de asignaturas de vida, y que no es ajeno al dolor, ni al sufrimiento, ni a la denuncia, ni a la crítica, ni -a veces- al pálpito extenuante y a la frustración, quiere ser uno de los vuestros. Han pasado muchos años y muchos versos ante mis ojos y, aun así, sigo instalado entre vosotros tratando de mantener viva la luz que me habita. En esto estoy con Albert Camus cuando aseguraba: “jamás he podido renunciar a la luz”.

En mi poética yo lanzó jabalinas inexorables a las dianas urgentes de los hombres, porque es mentira que el aliento del mundo nos apoya, y los signos y la ceniza quieren lanzar su relincho en cíngulos furiosos…

Abomino la luz de los falsos profetas.

No entiendo esas diatribas contra la sangre que levantan sus banderas de la ira.

La alta moralidad y su oscuro odio, me cercenan los adentros.

¡Cómo duelen los labios si no se grita la oscura mentira!

Creo que en mi poesía solo hay dolor, tal vez… ¿catarsis?

Juan José Guardia Polaino

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