Poetas con Luz Ambiente, Cristóbal López de la Manzanara
“Para que mi poesía sea ética y estéticamente posible tengo que asistir primero a la ceremonia del olvido para luego rescatar todo lo humanamente posible: los restos. Es por ello por lo que a mi poesía la etiqueto como poesía sociológica”.
Cristóbal y yo, antes de la sesión solo habíamos hablado por teléfono y quedamos, una tarde con una previsión que se suponía lluviosa; todo lo contrario, resultó ser una tarde con una luz muy dura y complicada para el exterior.
La tarde transcurrió en un recorrido de su infancia por diferentes lugares en el recuerdo. Empezando la sesión en el piso que tiene en “La plaza de las palomas”, apodada popularmente y también “de las flores”, hoy de la Constitución.
Al inicio de la sesión, en su estancia, me encontré una localización en la que el efecto de espejo venia a corroborar la primera impresión que tuve sobre Cristóbal “lleva escondido otro yo”.
Continuamos fotografiando en la citada plaza, en sus soportales, relatando sus recuerdos de colegial, para dirigirnos posteriormente al Cerro del Espino de su localidad natal Membrilla,
Recuerdos y más recuerdos, entre los que se encontraba, el de la vista de la llanura que alcanzaba a observar desde esa altura… una gran decepción por la dichosa cuestión de delimitar todo con vallas y por lo tanto, acotar toda esa profundidad del recuerdo. Y por último visita a su casa natal, donde aumentaban los recuerdos.
Escribo toda esta “peripecia” de la sesión, para comentar la gran dificultad para elegir el retrato de Cristóbal. En ocasiones, resulta el elegido uno de las últimos del último shooting, pero en esta ocasión Cristóbal se abrió en canal y desde el primer momento se mostró sin máscara alguna y de ahí el retrato elegido de entre los primeros disparos de la sesión.
Cristóbal López de la Manzanara
EL poeta escribe para ser querido. La función social del poeta en el siglo XXI es ser vigía del lenguaje. La noticia ya no es del poeta, pertenece a la imagen. El creador sufre con el lenguaje, el poeta desvive de él. El oficio de la palabra poética es el más libre de todos los oficios. Los amos ya no quieren por esclavos a los poetas, no les estorban, ya los poetas somos cronistas de mentiras. Unos poetas escriben para que otros los lean, la poesía es endogámica, un género que aparentemente pertenece al deporte, al adorno, al barroquismo social. El acto creador procede del reconocimiento del olvido de todo lo que has leído, en definitiva de todo lo que has vivido. Para que mi poesía sea ética y estéticamente posible tengo que asistir primero a la ceremonia del olvido para luego rescatar todo lo humanamente posible: los restos. Es por ello por lo que a mi poesía la etiqueto como poesía sociológica.