Poetas con Luz Ambiente, Justo Vicente Fernández Pedrero
…”la poesía y la música conforman un tándem inseparable. La palabra cobra sus múltiples significados arbitrarios igual que la música, cuando existen las conexiones adecuadas y fluye en el aire las combinaciones correctas”…
La tarde en la que habíamos quedado Justo y yo, podía haber resultado de mil características lumínicas como puede ser normal debido al tiempo meteorológico del momento. Puntualmente resultó una tarde fría (nos encontramos en invierno) con una niebla muy densa.
De camino a Almagro, en estos pensamientos que surgen mientras se conduce. Se me venía a la cabeza que hubiera sido una situación ideal para los fotógrafos que pertenecían al movimiento Pictorialista, ubicados en el tiempo a finales del s. XIX y principios del s.XX . Hubiera sido una situación idílica para ellos “una tarde, inmersa dentro de una gran niebla, con todas las posibilidades que ofrecía”. La realidad era otra, ya sabía que estaríamos en la vivienda de Justo en la habitación dónde ubica todo lo necesario para su creatividad multidisciplinar entre las que se encuentra “su poesía contemporánea dirigida al músico/verso de rima libre y que habla mucho de lo onírico”. No por ello, con menos posibilidades creativas en mi línea editorial.
Al entrar en su estudio, no hace falta ser un gran observador para percibir el orden que reina en el lugar. Dos pianos, dos sintetizadores, un monitor y teclado… una cantidad de atrezzo que me podía alejar de la línea editorial del proyecto, en el que el centro de atención es el poeta y lo demás accesorio.
Iluminación artificial, a elegir entre “alumbrar” la estancia de manera grande y suave o bien iluminar de forma pequeña y dura. Me decanto por esta segunda opción que creo que será mejor para fotografiar el recogimiento y concentración a la hora de crear de Justo, siguiendo siempre un protocolo que es el de escribir con lápiz en cuaderno de línea y a la vez de manera paralela hacer la composición musical.
Justo Vicente Fernández Pedrero
Misterio es lo que encierra cualquier disciplina artística que brota directamente del alma reflejada en su intelecto. Y escribir poesía es sumergirse en un mundo onírico, mayestático y voluptuoso. Es estar anclado al mundo que pisas y por otro lado tender una mirada subjetiva y personal de lo palpable hasta llevarla al misticismo más extremo, al menos en mi caso.
Para mí, la poesía y la música conforman un tándem inseparable. La palabra cobra sus múltiples significados arbitrarios igual que la música, cuando existen las conexiones adecuadas y fluye en el aire las combinaciones correctas y, es entonces cuando el verbo y la melodía, en la voz que habita, cobra sentido y se enaltece por sí solo.
Es la expresividad, la alegoría de lo inalcanzable, capaz de dibujar infinitas formas internas junto al verso.
Mi poesía nace del deseo de lo inalcanzable, espiritual, desde las pasiones más efímeras a las más hondas, de lo abstracto y surrealista. Cómo desde el inconsciente y subconsciente es capaz de tomar el mismo lenguaje que el musical sustituyéndose las notas por sílabas y las frases musicales por versos completos buscando mágicamente esa estructura y equilibrio interno.
Escribo poesía por necesidad, en soledad, en compañía, detrás de un lamento o una sonrisa, con las manos vacías y sobrecogido ante un pozo inagotable. Ahí reside el misterio, tu alma sabe mucho antes que tu qué es lo que quiere decir.
Crear un poema es abarcar los significados y esculpir el lenguaje hasta tal punto de definirlo por completo más allá de tu sentir, incluso elevando lo que esconden aquellas palabras, como ese eco, ese silencio… que aún sigue mostrando su grandeza y te posee tras la última palabra de ese poema.
Un poema es un trocito del paraíso.
Un poema es la comunión atemporal del espacio y tiempo.
Un poema es mi niñez y será mi último suspiro.
Mi poesía es lo que fui y cuántas veces fui buscando su próxima parada.
La poesía para mí, es cantar a los sordos que oyen, y mostrar las extrañas bellezas a aquellos que ven.
Enero de 2024
Justo Fernández