Poetas con Luz Ambiente, Sara Carranza Talavante
Distraída viviendo, con el corazón en estado vendaval siempre, puesto al alcance, pero a kilómetros de su farsa.
A pesar de ser paisanos en un pueblo como Daimiel, con una población de aproximadamente 17,000 habitantes, nunca había visto a esta daimieleña. Como es habitual, contacté con ella y, efectivamente, descubrimos que teníamos conocidos en común.
Al abordar el tema de la luz y el ambiente propicio para escribir, me comentó: “En cualquier momento y lugar puedo detener el coche y tomar notas si surge una idea”. Sin embargo, es por la mañana al despertar y por la noche cuando se siente realmente en su elemento. Le encanta fotografiarse y apreciar “el efecto del contraste de la luz sobre su piel”. A menudo, su poesía viene acompañada de un autorretrato que captura ese momento y lugar. Su cuenta de Instagram, @sara_y_punto_, lo demuestra, aunque confiesa sentirse incómoda cuando otros la fotografían. A lo largo de nuestra sesión, esa incomodidad se transformó lentamente en relajación, un efecto común en casi todas las sesiones de este proyecto fotográfico.
Con la información que le había compartido, decidimos reunirnos en su casa para crear un ambiente que reflejara su luz y espacio creativo. Aunque teníamos la opción de experimentar con otros entornos y estilos, la elección acordada fue clara y consensuada.
La luz que tanto le gusta a Sara no fue difícil de encontrar. Provenía de la ventana situada a la derecha de la escena, creando un esquema de iluminación tipo Rembrandt. Este tipo de iluminación, uno de los más usados en retratos, recibe su nombre del maestro por su maestría en el uso de la luz en la pintura. Rembrandt es considerado uno de los grandes maestros del manejo de la luz.
Sara Carranza Talavante
Sara (y punto) es una poeta con infinita poesía dentro, que escribe como pulso a la gravidez del ahora, como desafío al olvido, siempre en conjunción a Ella como inspiración de metáfora.
Impulsiva por contacto al vicio de la palabra en vertical, en la que se inició con tan solo catorce vueltas al sol y en la que lleva inmersa como lectora, estudiosa, impulsora y escritora más de nueve años sin descansar un solo día.
Constante su inteligente forma creativa en construcción y formación poética, titulada en recursos que usan el tiempo y el lugar. Jugando con ambas a la alquimia, donde sin trucos crea la magia de la rima y la metamorfosis del significado cuando le pone voz a su palabra, creando vuelo de poesía.
Sístole y diástole del verbo amor y todos los que implican su ejecución perfecta, y ante él es el puedo, quiero y voy a conseguirlo, desde tantos prismas como no imaginarás posibles.
Es el punto como literalidad al todo.
Secreto confeso y prismático su vuelo de palabra final, cuando gira lo dicho e inicia guerras al pensamiento bipolar, su ahora sí, pero luego no, su tan característica asertividad.
Distraída viviendo, con el corazón en estado vendaval siempre, puesto al alcance, pero a kilómetros de su farsa.
Anda con un pie aquí ( leyendo a otros) y otro allá (dentro de su primer poemario #DESDEQUETÚ y de los libros que aún no ha escrito, pero a los que ya les tiene puesto el orden y su título).
Soñadora de vida, fiel a su forma libre de poema, a sus nubes y tiempo que a su paz y arte dedica.
Ella es victoria y sala de curas, y si no quieres quedar atrapado con su sintaxis poética no oses entrar desnudo del todo a sus islas escritas.