Poetas con Luz Ambiente, Viky Ciudad
“Se rompió el amor hace mucho tiempo, pero siempre vienen tiempos nuevos, y la magia de tener cerca el amor es cierta; hoy lo que me inspira es la verdad, el amor, el fuego, los recuerdos de niña, el presente y un futuro incierto.”
En el viaje para la realización de la sesión con Viky, no todas las tenía conmigo en cuanto al tiempo y lugar de realización. A causa de su amor por la naturaleza y al mar, lugar dónde vive; por cuestiones evidentes la del mar quedaba descartada a la hora de ubicar dónde haríamos las fotos, elegimos un entorno que podía servir; la Vía Verde de Ciudad Real.
El refrán que tiene para todo, nos viene a decir que “el hombre propone y Dios dispone”. En este caso, así fue. En cuanto a las condiciones meteorológicas, hacía bastante frío, el viento era intenso y, durante el viaje, una fuerte tromba de lluvia con granizo me sorprendió en la carretera. Y si hablamos de la luz, era cambiante, con claros y nubes en el cielo, lo que nos permitió adaptarnos a cualquier situación en un entorno exterior. En primavera todos sabemos que esto puede suceder.
Después de la charla y una taza de café, en la que Viky compartió sus raíces ciudadrealeñas, “nacida en el Hospital de Alarcos”, recalcó. Hablamos sobre su carácter viajero y de emprendedora que la lleva viajar continuamente entre Albacete, La Manga y Ciudad Real. También expresó su preferencia por la luz natural sobre las sombras, por la armonía en lugar del contraste, y por el uso de colores saturados en contraste con el blanco y negro.
En cuanto a la sesión, me queda comentar que toda la previsión se quedó en eso; previsión. Al final decidimos que la haríamos en el exterior de la cafetería, lugar dónde habíamos quedado y que por suerte contaba con fondos y espacios verdes. La sesión la puedo resumir en que fue breve, agradable y muy productiva. Desde la primera toma, ya tenía suficiente material; sin embargo, prolongar el tiempo siempre resulta beneficioso para obtener más opciones y escoger con mayor tranquilidad.
Viky Ciudad
Recuerdo el aroma a campo lleno de flores.
Los intensos colores que se clavaba en mis jóvenes retinas. La tierra mojada después de una tormenta de verano hacia crecer mi imaginación, que, a pesar de mis quince años, se sostenía inquieta y acertada cada tarde, rellenando los versos de mis primeros poemas.
Un gorrión o jilguero,
el color verde,
el aroma a pueblo,
los raíles de las vías del tren que llevo tan dentro,
y cada tarde escuchaba al silencio:
me alimentaba de nuevo.
Hoy me conmueven todos esos recuerdos, y el día a día que me obliga a vivirlos.
Se rompió el amor hace mucho tiempo, pero siempre vienen tiempos nuevos, y la magia de tener cerca el amor es cierta; hoy lo que me inspira es la verdad, el amor, el fuego, los recuerdos de niña, el presente y un futuro incierto.